La economía de Estados Unidos ha dejado de destruir empleo. Gracias a eso, en diciembre la tasa de paro descendió hasta el 5,7%, el nivel más bajo desde hace un año. El problema ahora es que las empresas no crean puestos de trabajo: tan sólo 1.000 en diciembre, según los datos del Departamento de Trabajo de EEUU. Los especialistas de Wall Street esperaban un incremento de empleos cercano a 100.000, tras los 43.000 de noviembre.

Como consecuencia, las principales bolsas internacionales se movieron ayer a la baja y el euro sumó su enésimo récord al cambiarse a 1,2853 dólares en el mercado de Fráncfort. El cambio oficial, que fija el Banco Central Europeo, fue de 1,2737 dólares.

La evolución del cambio de la divisa se interpreta como una señal de que la economía norteamericana no responde tan bien como en la salida de crisis anteriores y los inversores siguen prefiriendo los activos denominados en euros. Además, deja en evidencia la política económica de George Bush, pues su plan de recorte de impuestos no ha servido para generar suficiente empleo. Esa situación se produce pese a que la economía estadounidense creció el 8,2% anualizado en el tercer trimestre.