Eurobank presentó ayer en los juzgados de Madrid el balance definitivo de la suspensión de pagos presentada a finales de agosto. El banco considera que las pérdidas de este año --que incluyen las indemnizaciones a la plantilla y los créditos dudosos-- se sitúan en 6,85 millones de euros (1.140 millones de pesetas), que unidas a las detectadas por el Banco de España --13,85 millones de euros en el 2002-- dejan los recursos propios en 13 millones de euros. Lo suficiente para esquivar la quiebra.

El banco renuncia a la posibilidad de no devolver todas sus deudas --lo que supondría solicitar una quita--, pero pedirá un plazo de tres años para devolver los ahorros a todos los clientes. "El balance refleja la solvencia del banco, pero no hay liquidez suficiente", explicó el presidente de Eurobank, Rubén Manso. La liquidez es de 63,36 millones de euros para pagar a los 18.000 clientes del banco unas deudas de 140,7 millones de euros.