La cumbre de finanzas del G-20 en Corea del Sur cerró ayer un acuerdo para reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el que Europa cede una parte de su poder en la institución a los países emergentes y en desarrollo. El director del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, calificó la propuesta de reforma de "histórica", mientras el ministro indio de Finanzas, Pranab Mukherjee, cuyo país es uno de los que ganará representación, dijo que los cambios otorgarán "legitimidad" a la institución en el nuevo orden económico mundial.

El G-20 decidió ayer apoyar los objetivos de la reforma propuesta en la reunión celebrada en Pittsburg (EEUU) en septiembre del 2009 y que consisten en aumentar el capital del FMI, los puestos de representación de los países emergentes en su consejo de administración y la ampliación de la capacidad de supervisión de las políticas económicas de los estados.

Los países emergentes ganarán un 6% de representación respecto a las cuotas actuales, en detrimento básicamente de Europa. Así, cuando esté acabada la reforma, antes del 2014, los 10 mayores socios del FMI serán EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y las cuatro mayores economías emergentes: China, Brasil, India y Rusia, que se situarán entre sus 10 primeros miembros en cuanto a cuotas y que determinan su poder de voto y su compromiso financiero. Los europeos cederán dos puestos de los 24 del FMI.