El mayor endeudamiento en que ha incurrido la eurozona en tres años tardará al menos otros diez en ser absorbido y volver a los niveles previos a la recesión. Así lo estimó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, tras recordar que la deuda pública de la eurozona ha crecido el equivalente a 20 puntos de su PIB. Según Almunia, los "sacrificios" no acabarán cuando el déficit vuelva a estar por debajo del 3%.

El vicepresidente de la CE abogó por buscar un mecanismo colectivo de apoyo a Grecia y defendió "extender" el mecanismo conocido como facilidad de balanzas de pago que ya ha ayudado a Letonia, Rumanía y Hungría, países no integrantes.