Viene la "desglobalización". Ese es el pronóstico del catedrático de Política Económica de la Universidad de Harvard, Dani Rodrik, para después de la crisis. "El proceso no será como el de los años 30, pero situará la globalización a los niveles de antes de los 90", aseguró este experto, que algunos ven como futuro Nobel, durante la última sesión de la reunión del Círculo de Economía de Barcelona.

Hay que "aceptar que los mercados financieros deberían gestionarse desde cada país, entendiendo que cada uno es distinto. Y si un país es restrictivo, el resto debería poder frenar los flujos de capital hacia este". Siendo conscientes de esa "fragmentación", se hallará la "regulación necesaria" de los mercados, de los que ha nacido la crisis actual. Rodrik añadió: "Si aceptamos una cierta segmentación financiera, no creo que los costes económicos de esta desglobalización parcial sean tan elevados".

En la misma mesa de debate, José Viñals, director de Asuntos Monetarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió de que "queda mucho" por hacer en pro del saneamiento financiero, sin el cual "no habrá recuperación". Viñals defendió un sistema sin exceso de regulación, pero con un mayor control y supervisión internacional, así como "menos rentable a corto plazo, pero más sólido y con menos riesgo".