La propuesta "esencial", "central" y "urgente" que plantea el Libro Blanco para la reforma del sector eléctrico en España es limitar el poder de las dos grandes compañías, Endesa e Iberdrola, para evitar que su peso en el mercado les permita influir en los precios de las tarifas en su propio beneficio. Sin esta medida, el resto de las recomendaciones del libro "estarán de más" porque no habrá confianza en las tarifas, sentencia el informe conocido ayer.

Este Libro Blanco, encargado por el Ministerio de Industria a un grupo de expertos de la Universidad Pontificia de Comillas dirigidos por el profesor José Ignacio Pérez Arriaga, comienza explicando que el sector eléctrico español no se encuentra actualmente en una mala situación, pero advierte de que su marco regulatorio está en "un grave atasco" y no ha logrado la libre competencia.

Partiendo de la ley del sector eléctrico de 1997, el equipo de expertos dedica buena parte de las 579 páginas del informe (51 son sólo de propuestas) a explicar un sistema para limitar la concentración horizontal y las situaciones de posición dominante. En su opinión, ningún operador debería disponer en el mercado mayorista de una capacidad efectiva de producción superior a un porcentaje que fijaría el Ministerio de Industria en función de la temporada del año y que se revisaría periódicamente. El límite fijado podría estar en el 22% de la demanda anual del sistema.

Para cumplir con la regla, el informe aconseja a Endesa e Iberdrola enajenar activos o vender su producción a terceros a través de los contratos virtuales de energía.

CAMBIOS GRADUALES Si se resuelve este problema se podrá acometer la reforma de la factura de la luz. El documento propone mantener por el momento el sistema actual para las familias, pero eliminar gradualmente la tarifa integral, comenzando por los grandes consumidores cuando las condiciones de competencia del mercado lo permitan. La tarifa debe remunerar todos los costes rompiendo "el mito" de que siempre debe bajar.

En este mismo bloque de medidas, el Libro Blanco pide que se sancione económicamente a las compañías cuando no cumplan con su compromiso de garantía de potencia.

En cuanto a los costes de transición a la competencia, el libro plantea un nuevo sistema estable con contratos bien definidos con el fin de que dejen de ser "un lastre" para la liberalización del mercado.

Las principales compañías eléctricas, Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa, señalaron ayer que por ahora no están en disposición de manifestar su opinión sobre las propuestas contenidas del Libro Blanco, ya que todavía están analizando y estudiando dicho documento.