La extensión del Plan PIVE 3 que ha anunciado hoy en el Foro Anfac-PWC el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, generará una demanda adicional de 26.000 vehículos, de los 70.000 que se acogerán a sus beneficios durante su vigencia hasta final de año.

El cálculo fue expuesto por el vicepresidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfac), Mario Armero, quien añadió otros datos respecto a esta iniciativa.

Entre ellos destacó una recaudación fiscal para la arcas del Estado de 200 millones de euros, de los cuales 74 millones (4 millones más que las dotaciones) corresponden a la demanda adicional.

El efecto económico adicional inducido se situará en torno a los 78 millones de euros, a los que se suman otros 800 millones de generación de producción en la industria, tanto fabricante como auxiliar.

En cuanto al impacto medioambiental se asegura un ahorro de 38 millones de litros de carburante al año, un 45 % menos de lo que gastarían los coches viejos que serán retirados.

Asimismo, está previsto un descenso del 70 % en partículas, 1.000 toneladas menos de óxido de nitrógeno (NOX) y 106.000 toneladas de CO2, también en comparación con lo que emitirían los coches viejos a sustituir.