El 2005 fue un mal año para la industria automovilística española, que sufrió una caída de un 12,6% en la cifra de coches fabricados. Con los datos de diciembre conocidos ayer, que indican un descenso del 4,6%, las fábricas finalizaron el ejercicio pasado con dos millones de turismos, 304.333 menos que en el 2004. Los descensos llegaron a un 27,3% en la fábrica de Renault en Valladolid debido al pinchazo del modelo Modus, a un 17% en Ford de Almussafes (Valencia) y a un 15,3% en Peugeot-Citroën de Madrid. La fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) concluyó el 2005 con 384.896 unidades, lo que supone un retroceso del 7,5% y sitúa la cifra final por debajo de la última previsión de 390.000 coches.

Los mecanismos internos de flexibilidad han amortiguado el efecto de las caídas, aunque han causado despidos (660 en Seat) y la supresión de contratos temporales y turnos enteros. El estancamiento de la producción previsto para este año (con un ligero aumento del 0,18%) aleja la recuperación y refuerza la amenaza sobre el empleo en el sector.

Después del recorte de plantilla, Seat prevé que la producción crecerá hasta las 429.412 unidades. En Valladolid, Renault negocia ayudas públicas para empezar a fabricar el Clio además del Modus.

Uno de los motivos del descenso del 2005 fue, según la asociación de fabricantes (Anfac), la pérdida de cuota de mercado de los modelos fabricados en España, de gama media y baja, frente a la fuerte competencia de Europa del Este y de Asia.

Las pérdidas también salpican al mayor fabricante mundial de coches. General Motors (GM) anunció pérdidas por 4.800 millones de dólares (4.000 millones de euros) en el último trimestre del 2005, una cifra mucho mayor de lo anticipado por los analistas y medios financieros. Al final, la empresa ha cerrado el año con unas pérdidas totales de 8.600 millones de dólares (7.166 millones de euros).