El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Francisco Javier García Sanz, advirtió este jueves de que la enmienda aprobada en la ley de economía sostenible sobre la redes de distribución ponen en "serio peligro" las inversiones comprometidas por las marcas y las del futuro.

En una reunión con los medios, en la que no se admitieron preguntas, García Sanz señaló que la decisión adoptada en el pleno del Congreso "ha indignado a la industria del automóvil", y que el sector se siente "descontento", "preocupado", "engañado" y "traicionado". Las críticas de García Sanz se centraron en los partidos políticos que apoyaron esta enmienda "especialmente en el PP y en CiU", a los que acusó de no ser conscientes de "las terribles repercusiones que esta medida tiene sobre la industria del automóvil". Es por ello que la dirección de Anfac va a solicitar "reuniones urgentes" con los presidentes del PP, Mariano Rajoy, y de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, para tratar esta cuestión que, reiteró, puede tener graves consecuencias.Señaló, además, que "la industria del automóvil ha perdido la confianza en los principales partidos de la oposición".

RECOMPRAR EL VEHÍCULO AL MISMO PRECIO

En sus críticas, García Sanz subrayó que algunos de ellos tendrán que dar cuentas de los perjuicios que pueden causar al tejido productivo instalado en sus comunidades autónomas. El Congreso aprobó este martes una enmienda por la que los concesionarios podrán devolver a los fabricantes los vehículos que no hayan vendido en el plazo de 60 días, y estos deberán recomprarlo al mismo precio al que se lo vendieron.

Los argumentos de los fabricantes inciden en el peso específico de esta industria que emplea directa e indirectamente a dos millones de personas, y que medidas como la adoptada, opinan, generan desconfianza en las sedes de las multinacionales que toman las decisiones respecto a las inversiones en España. García Sanz calificó de "inaceptable" que en el plazo de dos semanas se haya modificado, sin el consenso del sector, una regulación básica en una industria de la importancia del automóvil y que, además, se convierte en una excepcionalidad en el seno de la UE "por un interés puramente electoral".

SALÓN DEL AUTOMÓVIL DE BARCELONA

El máximo responsable de los fabricantes automovilísticos españoles precisó que "esta nueva situación nos obliga a reconsiderar algunas acciones ya aprobadas en el sentido de la inversión". Citó expresamente la participación de las marcas de automóviles instaladas en España en la próxima edición del Salón del Automóvil de Barcelona. Otra acción en clave interna de Anfac será la celebración, la próxima semana, de una junta directiva "urgente y extraordinaria" que adopte las medidas necesarias para "corregir" la situación. García Sanz recalcó que las quejas expresadas no deben entenderse como amenazas y, sin citar a la patronal de concesionarios Faconauto, promotora de la medida, indicó que "va a crear una fuerte inseguridad en las relaciones entre fabricantes y redes comerciales en un momento especialmente crítico".

Los riesgos de disentimiento entre fabricantes y distribuidores generados por esta normativa, según García Sanz, provocan una situación tan grave que "hace imposible que se firmen nuevos contratos". El presidente de Anfac recalcó que la prioridad estratégica de esta organización desde ahora es "corregir esta situación", para lo que se adoptarán todas las medidas necesarias.

En un tono más conciliador aseguró que el sector en su conjunto y con consenso tiene que implicarse en la salida de la crisis, pero matizó que "la sociedad española y, en especial, los partidos políticos que han apoyado esta enmienda, tienen que ser conscientes de que nos jugamos el futuro de la industria del automóvil en España".