Las cajas ya no son iguales. El Congreso convalidó ayer el decreto que les permite seguir sin cambios, emitir un tipo especial de acciones (las cuotas participativas), operar a través de un banco e, incluso, dejar de ser una entidad de ahorro y convertirse en una fundación cuando su participación en ese banco baje del 50%. Una posibilidad, esta última, que solo sucederá "en caso extremo", aseguró Isidre Fainé, presidente de la patronal del sector, la CECA, y de La Caixa.

El ejecutivo trató de tranquilizar a todos los que han interpretado la reforma legal como el ocaso de las cajas. Nada más lejos de la realidad. Los cambios, dijo, mantienen los rasgos fundamentales del sector y le permitirá sobrevivir "200 años más".

La conversión en fundaciones, añadió, será "algo puntual", un "mal menor" que había que contemplar por si se producen casos como los de la intervenida Caja de Castilla y La Mancha. Ade- más, insinuó, se debería tener en cuenta que se puede controlar una sociedad con menos de la mitad de su capital. Pero lo fundamental es que las cajas tenían la "asignatura pendiente", ahora resuelta, de acceder a capital.

Fainé restó importancia a los que le acusan de no estar comprometido con las cajas por promover la reforma. "Podría haber trabajado en una entidad bancaria, ganando mucho más dinero que en una caja. Pero a mí la caja me motiva más", dijo.

La prioridad ahora, apuntó, es ajustar la capacidad, pero menos en las oficinas que en servicios centrales. En La Caixa, un 6,3% de su plantilla trabaja en esta última área, pero todavía puede ser mas eficiente. Las que quieran crecer más adelante tendrán que acudir al mercado. Algunas entidades, desveló, ya piensan en crear una entidad para captar dinero para sus participadas.

SIN URGENCIAS La Caixa, aclaró, no dejará de ser una entidad de ahorro. "No sé lo que hará, pero lo que sí puedo asegurar es que será una caja", adelantó. Además, añadió, la entidad no necesita hacer "nada urgente", porque tiene un posición sólida y con Criteria para captar recursos propios. No descartó, con todo, emitir cuotas.

En esta línea, apostó por fomentar que las cajas tengan inversiones a largo plazo en firmas españolas para mantener los "centros de decisión" en el país. Aplaudió, así, que Caja Madrid haya ganado tamaño con su fusión fría, ya que le permitirá invertir más. A medio plazo, augu- ró, quedarán dos grandes bancos y dos grandes cajas (Santander, BBVA, La Caixa y Caja Madrid) y varias entidades pequeñas.

Por su parte, el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, descartó que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contemple ayudar a alguna entidad individual.

CRITICAS Pero los grupos parlamentarios minoritarios no comparten la visión de la CECA. ERC e ICV aseguraron que la reforma "privatiza" las cajas y quita competencias a las autonomías. Un rechazo al que se sumaron BNG, Na Bai y UPyD.