Las luces rojas parpadean en tres de los cuatro fragmentos del círculo en la parte frontal de la Xbox 360, la consola con la que Microsoft se ha sumergido en el mundo del hardware y ha plantado cara a rivales como Sony y Nintendo. El usuario avezado sabe lo que se avecina. Esas luces, ya bautizadas como "el círculo rojo de la muerte", anuncian el inminente KO de la máquina. Y han sacado los colores a Microsoft. El jueves --el día en que reconoció cifras de venta de 11,6 millones de unidades y no los esperados 12 millones-- la compañía anunció que se gastará más de 818 millones de euros destinados a problemas futuros y a reembolsar lo que se han gastado los afectados.