El colectivo de ciudadanos que se encuentran con dificultades para acceder a la compra de una vivienda por el aumento de los precios aumenta de año en año. Un informe de Caixa Catalunya establece que el coste medio de la compra de un piso de 100 metros cuadrados y de menos de dos años de antigüedad requería la renta familiar de 6,4 años en el 2005, frente a los 4,4 años del 2000. Ese dato supone que el esfuerzo familiar para acceder a un piso se ha incrementado un 45% en cinco años.

Esta divergencia aún es más clamorosa si lo que se considera son las viviendas con una antigüedad superior a los dos años. En ese caso, el número de anualidades necesarias pasa de 3,9 a 6,6, lo que significa un alza del 103,3% en el último lustro.

El aumento del número de años de ingresos libres de impuestos necesarios para la compra de una vivienda refleja la disparidad de incrementos entre la renta familiar y el precio de la vivienda que se ha producido en ese periodo. Mientras que la renta disponible ha aumentado un 25,6% en el periodo analizado, la vivienda ha subido un 80%.

El estudio pone de manifiesto que "la sola consideración del número de años de ingresos familiares netos necesarios para comprar una vivienda da una idea suficientemente adecuada del grueso de hogares que quedan al margen del mercado".

DIFERENCIAS Los 6,4 años actuales, en todo caso, son una media en función de las rentas. El estudio distingue entre 10 niveles de ingresos. Los hogares con un menor volumen de ingresos necesitan hasta 16,8 años de renta para poder consumar el pago de una vivienda. Sin embargo, las unidades familiares con un mayor nivel de renta necesita tan solo 3,1 años de ingresos. En todo caso, se concluye que "a muchos colectivos situados en la banda baja de la escala de rentas no les es posible la compra de una vivienda tipo".

Dado que los precios de la vivienda muestran diferencias territoriales notables, el esfuerzo necesario para comprarlas es diverso, según las autonomías. Así, en las comunidades más ricas --Madrid, País Vasco, Baleares y Cataluña--, a pesar de que tienen tasas de ocupación más elevadas y mayores ingresos por hogar, el esfuerzo relativo para la adquisición es también mayor. En Madrid, el número de años necesarios es de 8,7 para las viviendas de menos de dos años y de nueve, para las de mayor antigüedad. En Cataluña, son 6,8 y 7,9 años. Ambos casos se sitúan por encima de la media española. Donde es menor el esfuerzo financiero para comprar vivienda --Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia y Extremadura-- se oscila entre 3,5 y 5 años.

El esfuerzo familiar para la compra de piso en algún caso puede ser infructuoso. El análisis realizado a partir de un préstamo del 75% del valor de una vivienda media de menos de dos años demuestra que un 50% de los hogares españoles se sitúan con pagos por carga hipotecaria iguales o superiores al 40% de la renta disponible. Un porcentaje que supera la capacidad de un hogar para hacer frente a un hipoteca, según la banca.