Las familias españolas han saneado de forma intensa sus finanzas después del estallido de la crisis, reduciendo su deuda y aumentando su ahorro. A mediados del 2017 la riqueza financiera neta de las familias se ha duplicado con creces respecto a los niveles mínimos de la crisis (marzo del 2009) tras registrar un aumento del 112% y superar los 1,3 billones de euros.

Ello ha sido posible por un doble fenómeno: de una parte, las familias han reducido su deuda el 18% desde el 2010, hasta quedar reducida a 771.903 millones; de otra parte, su riqueza financiera ha subido el 22%, hasta superar los 2 billones. El saldo da como resultado una riqueza neta que supera los 1,3 billones, según los datos de las Cuentas Financieras de la Economía Española publicadas ayer por el Banco de España.

Para la patronal bancaria, AEB, el intenso saneamiento de las cuentas familiares en los últimos años «lleva a pensar que el proceso de ajuste de la deuda privada puede estar cerca de finalizar», según un portavoz.

En concreto, según los datos publicados ayer por del Banco de España, la riqueza financiera neta de las familias y de las instituciones sin ánimo de lucro (fundaciones y oenegés) se situó en 1.366.708 millones de euros en el segundo trimestre del año, lo que supuso un aumento del 9,3% respecto del mismo periodo del 2016 y el 0,9% más en comparación al anterior trimestre, por lo que ya equivale al 120,6% del PIB, 6,4 puntos porcentuales superior a la de junio del año pasado.

ACTIVOS / La deuda de los hogares y las fundaciones creció el 0,86% en el segundo trimestre del año, hasta situarse en 777.127 millones de euros, aunque es un 1,2% inferior a la registrada un año antes. En términos interanuales, la deuda de los hogares no ha dejado de caer desde el año 2010, coincidiendo con los años más duros de la crisis económica. Los activos financieros totales de familias y fundaciones, antes de descontar la deuda que poseen, alcanzaron los 2,14 billones de euros entre los meses de abril y junio, el 5,2% más que hace un año y un 0,9% más que en el primer trimestre.

El grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba a finales del segundo trimestre del año en efectivo y depósitos (el 40% del total); casi otro 40% estaba colocado en participaciones en el capital de sociedades (25%) y participaciones en fondos de inversión (14%), mientras que el 17% del ahorro se concentra en seguros y fondos de pensiones y el 4% restante en otro tipo de activos.