Después de años de agricultura industrial habrá que volver a los huertos familiares y a los cultivos de medio tamaño que favorezcan la asociación de los campesinos. No es una metáfora, sino una de las conclusiones que ayer lanzó la FAO, la agencia de la ONU para la Agricultura y Alimentación, en la cumbre sobre la crisis alimentaria.

"Es una medida estratégica, a largo plazo", explicaron miembros de la FAO, ya que en los últimos 20 años los campesinos han abandonado las tierras porque costaba menos comprar la comida y no se han hecho reservas de materias primas. "Ya no volveremos a los precios de cinco años atrás, deberemos comer más productos locales y consumir de una forma más responsable", sintetizó Cristina Amaral, coordinadora de la FAO para las iniciativas sobre el aumento de los precios agrícolas.

La agencia de la ONU está distribuyendo ya semillas y utensilios a los campesinos en Africa, América Central y Asia, en un programa de ayuda de 12 millones de euros (de los 1.100 millones necesarios).