Unilever vendió la noche del lunes las instalaciones industriales de su filial Frigo a Farggi (la firma heladera propiedad de Jesús Farga). La desinversión del grupo angloholandés en Barcelona se cerró por unos 100 millones de euros, que serán financiados con recursos propios de la empresa española y avales del Instituto Catalán de Finanzas y La Caixa.

En el mismo acuerdo, el Grupo Farga se comprometió a incorporar a 85 de los 268 trabajadores que prestan sus servicios ahora en la factoría. El resto de la plantilla se reducirá mediante prejubilaciones y bajas incentivadas. Unilever asume el coste de la reestructuración laboral. Farggi aspira a facturar 70 millones de euros el 2009.