El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, afirmó ayer que la solidez de la economía española y la "fortaleza inmensa" de su sistema financiero colocan al país en una mejor posición que otros para afrontar la crisis de liquidez derivada de los problemas hipotecarios de EEUU. "Pero si todo esto dura, yo no voy a decir ni que la economía española es inmune ni que el sistema financiero es inmune y no va a reaccionar", advirtió.

Todo dependerá de cuánto dure la crisis. Porque si se prolonga "durante 12 meses o más", los bancos y cajas podrían tener problemas para captar recursos --dijo Fernández Ordóñez-- con los que financiar la inversión de empresas y familias y el abultado déficit exterior (superior al 9% del PIB), y ello conllevaría un frenazo de la economía más brusco que la "suave desaceleración" que ahora se augura.

El gobernador explicó ayer en la Comisión de Economía del Congreso el posible impacto de la crisis financiera. Todos los grupos, incluido el PP, evitaron el catastrofismo pero mostraron preocupación. El gobernador habló de "prudencia". "Otros pueden decir que aquí no pasa nada, o todo lo contrario; yo no", dijo evocando las opiniones enfrentadas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y miembros del Partido Popular.

Fernández Ordóñez reconoció que las entidades españolas ya se enfrentan a dificultades para obtener liquidez, "pero menos que otras", y que puede haber operaciones empresariales que no finalicen con éxito por falta de financiación, aunque "las mejores saldrán adelante". Representantes de las cajas de ahorros dijeron ayer que está "descartado" que se deriven en el sector problemas de liquidez similares a los del banco Northern Rock.