El plan aprobado ayer por el consejo de administración de Fiat para sacar a la compañía italiana de la crisis en la que se encuentra supondrá el recorte de 12.300 puestos de trabajo, el cierre de 12 plantas y una ampliación de capital de 1.800 millones de euros (300.000 millones de pesetas).

Los objetivos de este plan de saneamiento son obtener beneficios en el 2006 y que en este mismo año Fiat Auto termine sin pérdidas. Para ello se recortarán los gastos en más de 3.000 millones de euros hasta el 2006. Gran parte del recorte se producirá debido a la supresión de 9.500 puestos de trabajo en los centros Fiat del extranjero y 2.800 en Italia, así como el cierre de 12 plantas, "casi todas en el extranjero", según explicó la empresa que controla la familia Agnelli.

LAS PLANTAS AFECTADAS

De las plantas implicadas en la reestructuración, una se dedica a la fabricación de automóviles, dos a los vehículos comerciales, cinco a vehículos agrícolas y cuatro a componentes.

En el documento difundido por Fiat se expone que las divisiones se beneficiarán de esta "renovación", por lo que se intuye que las más afectadas serán las de la maquinaria agrícola CNH e Iveco.

"Estamos es una situación en crisis pero podemos salir de ella", declaró el presidente de Fiat, Umberto Agnelli, que añadió que "la nueva Fiat prevé inversiones importantes". En tres años se invertirán 19.500 millones de euros, de los que 9.100 se destinarán a nuevos productos, 7.900 a investigación y desarrollo, 700.000 a redes comerciales y 1.800 a reestructuraciones operativas.

El grupo Fiat producirá tres nuevos modelos de vehículos, un microcar, un monovolumen que sustituirá al Multipla, y un todoterreno. El plan también prevé 5.400 nuevas contrataciones, de las que 1.600 serán en Italia.

La operación comenzará en julio con un aumento de capital de 1.842 millones de euros, con la emisión de 370 millones de nuevas acciones, a cinco euros por acción.

APOYO BANCARIO

La ampliación será posible gracias al respaldo de un grupo de entidades bancarias, aunque Giuseppe Morchio, consejero delegado del grupo, afirmó que todavía no se ha llegado a un acuerdo para la concesión del nuevo préstamo de 2.000 millones de euros.

El grupo bancario, compuesto por Intesa, Unicredito, Capitalia y San Paolo, ya se encargó de un anterior préstamo de 3.000 millones de euros, hace poco más de un año.