En plena vorágine navideña y finiquitado el puerta a puerta, las firmas energéticas se lanzan a buscar clientes en los centros comerciales. Es el caso de Repsol. Darse un paseo por cualquiel gran superficie supone toparse con un vendedor de la energética que tratan de hacerse con nuevos clientes para venderles luz y gas.

Pero no es la única. Endesa y Correos son viejas conocidas, pues en las 2.396 oficinas de la empresa logística pueden pagar sus facturas los más de 10 millones de clientes de la energética, y ahora, además, tienen un acuerdo para vender servicios de luz y de gas. Además, la energética también tiene un acuerdo con Leroy Merlín para ofrecer luz y gas en sus tiendas. A cambio el cliente se llevará un descuento en la compra.

EDP firmó en octubre un acuerdo con MediaMarkt y desde entonces presume de haber conseguido 20.000 nuevas contrataciones. También Iberdrola tiene corners en algunas tiendas, aunque prefieren no revelar en cuales. Por su parte, Naturgy ha llegado a un acuerdo con el gigante de la distribución Amazon para que los clientes de la energética tengan descuentos de «hasta el 10%» del valor de la compra en la factura de la luz.

El mercado eléctrico está cada vez más concurrido. En España hay 244 comercializadoras de luz y 49 de gas. Y, aunque el 90% de la cuota de mercado es de jugadores tradicionales, las comercializadoras independientes están pisando fuerte, y ya suman el 7,4% del total de puntos de suministro de luz. Un hecho al que se une la llegada de nuevos actores al mercado, como es el caso de las petroleras. En el 2018, Endesa, Naturgy e Iberdrola perdieron 330.000 clientes de electricidad. Al auge de la competencia se suma que el año pasado el Gobierno puso punto y final a los comerciales puerta a puerta. Entonces, el sector ya advertía de su nueva estrategia.