La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha decidido elevar en un escalón el rating de Islandia, desde 'BBB-' hasta 'BBB', debido al "impresionante progreso" realizado en su recuperación de la crisis financiera de 2008-2009, lo que sitúa la nota de Islandia en el mismo nivel que la da España, cuyo rating confirmó hace una semana. Según informó la agencia en un comunicado, ha decidido situar además la perspectiva del rating soberano islandés en 'estable', mientras que en el caso de España se mantiene en 'negativa'.

Fitch destaca que la economía islandesa ha continuado creciendo pese a la evolución de la eurozona, ya que ha logrado ajustar y recuperar su economía al mismo tiempo que muchos países con fuertes vínculos con Europa se han visto afectados por la situación que atraviesa la unión monetaria.

La agencia también subraya que la consolidación fiscal ha seguido la senda marcada, cerrando 2012 con un déficit del 2,6%, y que el ratio de deuda respecto al PIB ha comenzado a descender. "En contraste con países con ratings similares como Irlanda ('BBB+') y España ('BBB') la deuda pública de Islandia ha alcanzado un máximo del 101% del PIB en 2011 y parece estar ahora en una senda descendente, cayendo previsiblemente al 96% del PIB en 2012", agrega.

Asimismo, apunta que la reestructuración del sector financiero y su desapalancamiento están "bien avanzados" y la resolución judicial sobre Icesave conocida en enero ha eliminado la responsabilidad contingente de las finanzas públicos y acerca un poco más la normalización de las relaciones con los acreedores externos.

El Tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por sus siglas en inglés) ha concluido recientemente que Islandia no ha incumplido la legislación de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo al negarse a indemnizar a Reino Unido y Países Bajos por la quiebra del banco Icesave.

Por otro lado, Fitch también remarca que el rating de Islandia está respaldado por unos elevados niveles de ingresos per capita, así como por las medidas de gobernanza, el desarrollo humano y la facilidad para hacer negocios que son más propias de países con la máxima calificación 'AAA'. "La riqueza de recursos nacionales, una población joven y unos robustos activos de pensiones apoyan aún más el rating", añade.