La agencia de calificación de riesgo Fitch ha rebajado la nota de la deuda de Castilla-La Mancha dos escalones, desde el nivel A hasta BBB+, debido a la "alta deuda" con proveedores heredada del Ejecutivo anterior y a la tensa situación de liquidez en la que está sumida la comunidad autónoma, según ha informado el Gobierno de María Dolores de Cospedal.

El nivel de solvencia sigue siendo alto y la nota continúa siendo de grado de inversión, según los estándares de Fitch. La rebaja supone una medida preventiva, hasta que Fitch no celebre una nueva reunión.

En su informe, Fitch manifiesta su preocupación por la altísima deuda que mantiene la Junta de Castilla-La Mancha con proveedores, consecuencia de los impagos del Gobierno anterior, y que ascendía a 2.600 millones a 30 de junio del 2011. La agencia también hace referencia al abultado déficit del tercer trimestre y a las previsiones de que ese déficit siga ascendiendo en el cuarto trimestre, pese a los recortes aplicados por el Ejecutivo de Cospedal.

Igualmente, la agencia de calificación muestra su inquietud por la imposibilidad de la Junta de contraer deuda a largo plazo hasta que el Plan Económico Financiero elaborado por el Ejecutivo autonómico no esté aprobado por el Gobierno central, cosa que sucederá, previsiblemente, en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera.