España es uno de los países que en los próximos 20 años tendrá que hacer un mayor ajuste presupuestario, con subidas de impuestos o recorte de gastos, ante el deterioro rápido de sus cuentas fiscales, según advirtió ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo prevé que la deuda española alcance el 69,6% del PIB en el 2010 y que el déficit primario (el saldo fiscal antes del pago de los intereses de la deuda) sume el 11%. "Un país que tiene un déficit de este tipo tiene que acometer un ajuste", dijo Carlo Cottarelli, director del departamento de asuntos fiscales del FMI, al presentar un informe sobre las cuentas de los estados del G-20.

Aun así, Cottarelli enfatizó que el FMI recomienda a los países avanzados mantener las medidas de estímulo fiscal en el 2010 y no comenzar a ahorrar más hasta que la recuperación se afiance.