La advertencia llegó de varios frentes: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Central Europeo (BCE). Con el trasfondo de un euro escalando hasta máximos de ocho meses y los esfuerzos para frenarlo, el aviso fue coincidente: una carrera de devaluaciones competitivas puede dar al traste con la recuperación.

El presidente del BCE, JeanClaude Trichet, no quiso extenderse ayer en comentarios sobre la guerra de medidas extraordinarias para frenar la apreciación del euro, aunque sí matizó la preocupación reinante en el organismo que preside por los efectos negativos que podría tener en la recuperación global.

Al igual que el FMI y el BM, que se pronunciaron también en la misma línea, Trichet advirtió de que la excesiva volatilidad de las divisas es negativa y podría afectar a la recuperación económica. Añadió que "los tipos de cambio deben reflejar fundamentos económicos".

En esta línea, y al ser cuestionado por las tensiones en las que se encuentran envueltos los bancos centrales de Estados Unidos, China y Japón, fue muy escueto: "Nuestra política no se ha modificado un ápice en las últimas cuatro semanas". En un claro mensaje a la Casa Blanca, quiso dejar claro que "a EEUU le conviene un dólar fuerte".

UTILIZACION INDEBIDA Al otro lado del Atlántico, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que la decisión de algunos países como China de mantener artificialmente baja su moneda puede hacer peligrar la todavía "frágil" recuperación de la economía mundial. "Se está hablando de una guerra de divisas, y aunque pueda sonar militar, es justo decir que algunos países las están utilizando como arma, y eso no es bueno para la economía global", afirmó durante una rueda de prensa en Washington, en el marco de la tradicional asamblea de otoño del Fondo. Como ya hizo el miércoles el secretario del Tesoro, Tim Geithner, el principal ejecutivo del FMI afirmó que monedas como el yuan chino deberían apreciarse. Y se felicitó por el hecho de que el Fondo sea el foro en el que se resuelvan las diferencias por los tipos de cambio de divisas.

Recordó que la intensa cooperación durante los momentos álgidos de la crisis, y que quedó patente en las reuniones del G-20 en Londres y Pittsburgh (EEUU) en el 2009 no se ha desvanecido, pero está "perdiendo empuje". Una advertencia similar lanzó su homólogo del BM, Robert Zoellick. "En un mundo cada vez más interconectado necesitamos ser conscientes no solo de los efectos negativos de las políticas sobre los demás, sino actuar de forma coordinada", dijo. Los responsables de las instituciones multilaterales sentaron así las pautas para la asamblea anual que tiene su punto de partida hoy en Washington.

EVOLUCION "DESIGUAL" Strauss-Kahn advirtió de que "no hay una solución local para una crisis y una economía globales". El director del FMI destacó que la evolución de la crisis económica está siendo "desigual", ya que, mientras que en los países asiáticos y de Latinoamérica ya se ha superado, la recuperación en Europa y en Estados Unidos es, en cambio, "incierta".

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