Llevar a efecto las reformas que prescribe el G-20 permitiría a la economía mundial un crecimiento adicional del 2% en el 2014, así como la creación de 25 millones de empleos, al tiempo que 37 millones de personas en el mundo quedarían fuera de los niveles de pobreza que marca el Banco Mundial. Estos son los cálculos que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) después de evaluar las reformas acometidas por los diferentes países desde la última cumbre del G-20 en Toronto (junio del 2010) y tras valorar las directrices marcadas ahora en Seúl, en la reunión del 11 y 12 de noviembre.

TRES FRENTES En particular, el FMI toma en cuenta las acciones en tres frentes: una consolidación fiscal "respetuosa" con el crecimiento económico, las reformas en los mercados de trabajo y de bienes y servicios, y una mayor flexibilidad en los tipos de cambios entre monedas.

Los efectos beneficiosos de estas medidas se verían reforzados --según el FMI-- si se cumpliera el mandato del G-20 de culminar la Ronda de Doha en el 2011, para lograr la eliminación de las barreras comerciales en el mundo. En relación a la corrección de los desequilibrios externos (brecha entre países que exportan mucho y los que importan demasiado) el FMI reconoce que los progresos han sido "limitados".