El diagnóstico anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía española atestigua su buena salud, pues el organismo prevé un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 3,3% para este año, la misma previsión del Gobierno español. Esta cifra es dos décimas menor que en el 2005, pero susceptible de ser revisada "ligeramente al alza", según indicó ayer en Madrid el secretario de Estado de Economía, David Vegara.

La recuperación de la actividad en la zona euro y el aumento de los tipos de interés permitirán un crecimiento más equilibrado de la economía española, avanza también el FMI, organismo dirigido por Rodrigo Rato y en el que se integrará en agosto el también español Jaime Caruana, excolaborador de Rato y gobernador del Banco de España.

CORRECCION El Fondo destaca además la previsible "corrección suave y gradual" de los desequilibrios de la economía española, en particular el déficit por cuenta corriente, compuesto sobre todo por el déficit comercial. España importa mucho más de lo que exporta, con lo que este año los números rojos de la balanza comercial equivaldrán al 8,3% del PIB. Ante este fenómeno, el FMI advierte sobre "las posibles consecuencias adversas para la perspectiva a medio plazo de la erosión continuada de la posición competitiva de España".

En sus informes sobre la economía española y la estabilidad del sector financiero, cuyo resumen adelantó ayer el Ministerio de Economía, el FMI destaca la favorable situación en el 2005 de la marcha económica nacional, que creó más del 60% de los nuevos puestos de trabajo de la zona euro. Según el Fondo, el saludable crecimiento económico español ha permitido que el nivel de renta per cápita de sus ciudadanos se sitúe en la media de la UE, además de propiciar el continuo descenso del desempleo, gracias al buen funcionamiento del mercado laboral español.

MENOS RIGIDEZ En este terreno, el análisis efectuado por el FMI recomienda abaratar el despido. "Una disminución duradera del alto porcentaje de empleo temporal requerirá la reducción de la rigidez y el alto costo del despido de los contratos normales, que la reciente reforma no cambia", dice el Fondo, que también recomienda una revisión de la negociación de salarios para vincular la remuneración con el aumento de la productividad y estimular la movilidad laboral.

El FMI recoge también en su análisis los riesgos asociados al fuerte crecimiento del crédito y a una potencial desaceleración del mercado inmobiliario español. Para conseguir la moderación del crédito hipotecario "es imprescindible una subida de tipos de interés", que no depende de las autoridades españolas, sino del Banco Central Europeo.