La crisis puede darse por finiquitada, pero la recuperación posterior será lenta, más de lo previsto. Con un lenguaje críptico, habitual de los grandes organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) despachó ayer en Estambul (Turquía) el debate sobre los límites temporales de la crisis económica más profunda en el mundo desde la gran depresión de 1929.

El encargado de oficiar de anunciante de la buena nueva fue el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard. "La recuperación ha comenzado. Los mercados financieros están curándose", dijo solemnemente en una comparecencia informativa en la que divulgó el último informe Perspectivas Económicas Mundiales.

Según los nuevos cálculos del FMI, la economía mundial se contraerá en el 2009 tres décimas menos que lo previsto en julio, hasta el 1,1%. Pero para el 2010, el organismo que dirige Dominique Strauss-Khan vaticina un crecimiento del 3,1%, seis décimas más que su anterior cálculo. ¿Cuál es el detonante de este cambio de tendencia? Uno de los elementos más importantes es el fuerte desarrollo de las economías asiáticas, especialmente la china, para la que el FMI recomienda diferentes cambios estructurales de importancia: debe aumentar su consumo interno y reducir la dependencia de sus exportaciones a los países ricos.

"Los números actuales no deberían engañar a los gobiernos y hacerles pensar que la crisis ha concluido", dijo el economista francés, quien, a la vez les instó a no acabar los programas de estímulo de forma prematura.

En clave española, el mensaje fue mucho menos optimista. España no irá tan rápida, ya que será uno de los pocos países en recesión en el 2010, según el FMI, que augura un desempleo superior al 20%. No aludió el FMI a que, de igual manera, la economía española fue de las últimas del mundo en entrar en una fase de decrecimiento.

Pero hay más. De acuerdo con el FMI, salir de la crisis será lento y doloroso. No será hasta el 2014 que el producto interior bruto español crezca el 2%. Una previsión que, como todas las de los economistas e instituciones internacionales, tiene escasas posibilidades de cumplirse a la vista del tiempo que resta hasta esa fecha y el gran número de variables que influirán sobre ese dato.

LASTRE INMOBILIARIO El desplome inmobiliario es el factor que atrasa el avance español y también de Irlanda, otro país del euro cuya economía se contraerá el próximo año.

Pese a la negatividad que el FMI alberga con respecto a la situación española, el estudio mejora levemente el pronóstico de crecimiento que la institución adelantó en julio. Ese giro positivo está en concordancia con un desarrollo general más positivo de la economía mundial.

El Fondo opina que España decrecerá el 3,8% del PIB este año, dos décimas menos que su anterior cálculo, y el 0,7% en el 2010. Los números positivos llegarán en el 2011, con un crecimiento débil del 0,8%, siempre según los economistas del FMI.