Las tensiones comerciales. Ese es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la economía mundial en la actualidad, según ha contatado el comité monetario y financiero internacional del Fondo Monetario Internacionmal (FMI) en el comunicado elaborado tras su reunión en Washington.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en la rueda de prensa celebrada tras el encuentro, ha explicado que aplicar aranceles en el comercio entre EEUU y China supone una reducción del crecimiento 8 décimas. En cambio, ha añadido, eliminar el 25% de las cargas sobre los servicios, supondría la misma cifra pero en positivo, es decir, un impulso de 8 décimas al crecimiento.

A juicio de los gobernadores de los bancos centrales, los riesgos para el crecimiento económico mundial están "inclinados a la baja" debido a factores como las tensiones comerciales, la incertidumbre política y el repentino endurecimiento de las condiciones financieras.

Los riesgos aumentados, en un entorno que el propio FMI ha asegurado que es de desaceleración, aunque sin riesgo, por ahora, de una recesión a corto plazo, se presentan en un contexto de espacio político limitado, niveles de deuda históricamente altos y mayores vulnerabilidades financieras, según el comunicado conjunto. La declaración se ha pbulicado en el marco de las asamblaes de primavera del FMI y del Banco Mundial en Washington.

En el comunicado se insiste en que "la expansión mundial continúa, pero a un ritmo más lento que el previsto en octubre. Se proyecta que el crecimiento se afiance en el 2020, pero los riesgos siguen inclinados a la baja". Dentro del catálogo de variables que pueden incidir negativamente destacan las tensiones comerciales, pero también la incertidumbre en torno a las políticas, riesgos geopolíticos y "un súbito endurecimiento acentuado de las condiciones financieras en un contexto de espacio limitado para la aplicación de políticas, niveles de endeudamiento históricamente altos y vulnerabilidades financieras más pronunciadas".

A su vez defienden que "la política monetaria debe garantizar que la inflación continúe aproximándose a los niveles fijados como meta o se estabilice alrededor de dichos niveles, y que las expectativas inflacionarias permanezcan ancladas". También afirman que "es necesario que las decisiones de los bancos centrales continúen siendo debidamente comunicadas y que estén basadas en datos".

Los miembros del comité destacan que "la volatilidad excesiva o la fluctuación desordenada de los tipos de cambio pueden tener consecuencias negativas para la estabilidad económica y financiera". Por ello descartan realizar devaluaciones competitivas, así como utilizar los "tipos de cambio con fines competitivos".

Lagarde ha insistido en la necesidad de avanzar en la unión bancaria y un mercado de capital unitario en la zona del euro. Todo ello, haasegurado, proporcionará "estabilidad".