El Fondo Monetario Internacional (FMI) certifica que la desigualdad social en España "es mayor que en los países socios de la Unión Europea" y que las políticas redistributivas españolas (tanto por el lado de los impuestos, como por el lado del gasto social) tiene un menor alcance y eficacia. En un informe sobre la eficacia del gasto social en España publicado este jueves (pinchar aquí, en inglés), el FMI también analiza el sistema español de pensiones y llega a la conclusión de que su sostenibilidad "está en riesgo si no se toman medidas adicionales"; pide, además, que la sostenibilidad del sistema no se haga recaer "sobre las generaciones más jóvenes, ya en desventaja".

No es la primera vez que los organismos internaciones ponen en evidencia el bajo nivel de gasto social existente en España. La Comisión Europea siempre lo refiere en sus recomendaciones a España. Ahora es el FMI quien lo pone en evidencia, con datos del 2016. Además, subraya que el gasto social en España favorece a los pensionistas y las clases medias frente a los jóvenes y la población más vulnerable.

Tan solo se salva el sistema de salud, del que se dice que "en general, es comparable con el de las economías más avanzadas" en cobertura de la población y prestaciones.

COMPARACIÓN

Con datos del 2016, el gasto en protección social por cabeza se sitúa en España en 6.349 euros que, en paridad de poder de compra, quedan muy por debajo de los 8.231 euros de la media de la UE-28 y más legos aún de las medias por encima de los 10.000 euros de Francia, Austria y Bélgica; los 8.206 euros por persona en Italia; o los 11.014 euros de gasto en protección social por persona en Holanda.

En términos de PIB, el 23,4% de España también queda muy por debajo de la media del 27,9% en la UE-28 (34,1% en Francia).

Por tipo de gasto social, España se sitúa en la media en el capítulo de pensiones (12,6% del PIB). Sin embargo, se queda muy por debajo en los capítulos de lucha contra la exclusión social (0,2% del PIB en España frente a una media europea del 0,6%), ayuda a las familias (1,3% frente a 2,4%), a la vivienda (0,1% frente a 0,6% en Europa) o por invalidez (6,5% frente 8,2%). El gasto social en dependencia se situaba en España en el 2016 en torno a la media europea (1,7% del PIB), mientras que en protección al desempleo, España dedica un mayor volumen (2,3% del PIB frente a una media del 1,5%) como consecuencia de las mayores tasas de paro.

GASTO EN PENSIONES

El gasto en pensiones en España representaba el 12,6% del PIB en el 2016, una tasa idéntica a la de la media de la UE. "La sostenibilidad del sistema de pensiones está en riesgo sin la adopción de medidas adicionales", se afirma. El informe recuerda que las reformas del 2013 iban a permitir un limitar al 1,7% del PIB el gasto adicional en pensiones en el 2050, "pero implicaban una reducción significativa de la prestación (en términos de porcentaje sobre el salario medio percibido) que hasta ahora no ha demostrado ser socialmente aceptable".

El Fondo estima que recuperar la subida de las pensiones con el IPC y suspender la aplicación del factor de sostenibilidad, puede añadir 3 ó 4 puntos de PIB al gasto en pensiones en el 2050. Entre las reformas necesarias, el FMI enfatiza las orientadas a alargar la vida laboral, lograr mayores ingresos sin subir las cotizaciones sociales e incentivar el ahorro complementario.