El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó hoy que la zona del euro crecerá un 1,6 % este año y un 1,8 % en 2012, una décima más en ambos casos de lo que el propio organismo había previsto en enero. El FMI señala en su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales" divulgado hoy que se trata de una recuperación "modesta" y "desigual", en la que la actividad económica real crece por debajo del potencial y el desempleo todavía es elevado. El estudio identifica diferencias "sustanciales" entre las distintas economías. Menciona, en ese sentido, que el nivel de capacidad ociosa es superior en los países de la periferia de la zona del euro a la de las mayores economías emergentes de esa misma área que operan ya a plena capacidad o por encima de ella. El organismo destaca que la crisis de deuda que ha afectado a países periféricos como Irlanda, Grecia y ahora Portugal, se ha logrado limitar a los países afectados y no se ha contagiado al resto de Europa. Aun así, el informe insiste en las "divergentes" perspectivas de crecimiento en los países de la región, que reflejan, sobre todo, diferencias en los balances del sector público y privado y las distintas políticas macroeconómicas en marcha. En Alemania, por ejemplo, se prevé que el crecimiento se modere desde el 3,5 % del 2010 al 2,5 % este año. Pese a esa contracción, el país avanzará por encima de las otras grandes economías de la zona del euro como Francia, que se espera repunte un 1,6 %. Se prevé que el crecimiento sea muy inferior en los países periféricos de la zona del euro (Irlanda, España, Portugal y Grecia), que sufren una fuerte y prolongada contracción de sus finanzas públicas y privadas necesaria para resolver sus problemas fiscales y de competitividad. Los países periféricos padecen, además, problemas estructurales más graves en el capítulo del desempleo. El Fondo alerta de que persisten los riesgos en la zona del euro. A corto plazo, las tensiones relacionadas con la deuda soberana y el sector bancario en los países más vulnerables de la zona euro plantean una "amenaza significativa" a la estabilidad financiera y el crecimiento, según el FMI. El Fondo destaca que la situación obedece a la "continua debilidad" entre las instituciones financieras de muchas de las economías avanzadas de la región, así como a la falta de transparencia sobre su exposición. El organismo indica que la posibilidad de que los precios de las materias primas suban por encima de las expectativas es otro de los riesgos para el crecimiento. El Fondo considera que el principal riesgo a medio plazo es que los desequilibrios fiscales y de competitividad en los países periféricos y la falta de una acción decidida para abordar las debilidades en los sectores bancarios de muchos países de la región conduzcan a un periodo prolongado de lento crecimiento. El informe califica de "crítica" la necesidad de reducir la incertidumbre sobre la calidad de los activos bancarios, aumentar el capital de las entidades viables e identificar y solucionar los problemas en los bancos. El FMI considera que países como España han hecho más avances en ese frente que otros. El organismo advierte de que sin las reformas necesarias, los sistemas financieros en Europa seguirán siendo vulnerables, el crédito podría volver a sufrir presiones y la recuperación económica resentirse.