Después de dos años de recesión (en el 2009 y el 2010) la economía española permanecerá estancada en el 2011 y el 2012, según las proyecciones publicadas este viernes por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En su informe World Economic Outlook (WEO) que servirá de base para los trabajos de la reunión anual del FMI de este fin de semana, el organismo mantiene su previsión de crecimiento para España para el 2011 (el 0,8%, cinco décimas por debajo de la previsión oficial del Gobierno, del1,3%) y rebaja al 1,1% su previsión para el 2012. Esta estimación es medio punto inferior de la proyectada por el propio FMI en abril para España y está muy alejada de la última previsión del Gobierno español para el año que viene, que es del 2,5%.

Según el FMI, la tasa de paro se situará en España en el 20,7% de la población activa en el 2011 y en el 19,7% en el 2012. Constituyen las tasas más elevadas de todos los países analizados en el WEO, solo comparables a las de Serbia.

Respecto a la reducción del déficit público, el FMI considera que "España está en el buen camino para cumplir con el objetivo fijado del 6% a finales de este año", según explicó durante la rueda de prensa en Washington el asesor del departamento de Investigación, Jorg Decressin. A medio plazo, sin embargo, "tendrán que tomarse medidas adicionales para reducir el déficit en torno al 3% en el 2013", lo mismo que prescribe para Francia.

La crisis de la deuda europea

El FMI detecta que la actividad económica se ha debilitado en todo el mundo, agravada por la crisis de la deuda pública en Europa, la volatilidad de los mercados financieros, el aumento de precio del petróleo y los problemas de liquidez y capital que vuelven a acuciar a la banca en las economías avanzadas. Tanto es así que no descarta que esta pueda ser una "década perdida" si no se ponen remedios inmediatos y la clase política deja de ir a remolque de los acontecimientos. Especialmente en Europa, según preciso ayer su asesor y director del departamento de Investigación, Olivier Blanchard.

"Estamos de acuerdo con la percepción generalizada de que los políticos europeos están yendo un paso por detrás de los mercados. Nuestro mensaje explícito es que Europa debe actuar sin vacilaciones. En julio tomaron varias decisiones, como la ampliación del Fondo de Estabilidad Financiera, y es absolutamente esencial que pongan en práctica las medidas necesarias".

Proyecciones de crecimiento

Para este año y el siguiente, FMI ha rebajado sus proyecciones de crecimiento de todas las áreas económicas. Según su análisis, la economía mundial crecerá el 4% este año y el siguiente, tres y cinco décimas menos respectivamente respecto a lo proyectado por el Fondo en abril.

En concreto, el FMI prevé ahora que Estados Unidos crecerá el 1,5% este año y el 1,8% el próximo (frente al 2,5 y el 2,7% previos) y que la zona euro lo hará el 1,6% y el 1,1% (frente al 2% y el 1,7% estimados en abril) debido al menor crecimiento que se espera de Alemania, Francia, Italia y España, sobre todo. A ambas orillas del Atlántico, el organismo que dirige la francesa Christine Lagarde sigue observando un riesgo creíble de recesión ante la "peligrosa nueva fase" en la que ha entrado la economía mundial.

Sus economistas insisten en que tanto Europa como EE UU deben poner en marcha planes creíbles para consolidar sus políticas fiscales a medio plazo, pero sin ahogar el crecimiento y la demanda con planes de austeridad excesivamente draconianos. Blanchard elogió ayer las medidas adoptadas últimamente por el Banco Central Europeo, pero señalo que si el crecimiento no repunta debería volver a bajar los tipos de interés