El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto cifras a los efectos negativos que calcula que tendrá el 'brexit' en la eurozona y el Reino Unido. En el primer caso, calcula que el crecimiento se reducirá en medio punto sobre lo previsto antes del 'brexit', y en el británico supondrá un punto y medio de menor crecimiento del PIB hasta el 2019.

Para la eurozona, el crecimiento para este año y los dos siguientes ha sido revisado a la baja por los técnicos del FMI hasta el 1,6% este año, el 1,4% en el 2017 y el 1,6% en el 2018, frente al 1,7% estimado para cada uno de los tres ejercicios antes del 'brexit'. Esta revisión es consistente con el "escenario limitado" expuesto en el informe anual de la institución para Reino Unido, cuya economía caerá hasta el 2019 un punto y medio porcentual por debajo del escenario base.

En este sentido, el Consejo Ejecutivo del FMI advierte de un "significativo aumento" de los riesgos políticos que pueden provocar la baja del crecimiento, particularmente en relación con la incertidumbre acerca de las nuevas relaciones económicas entre Reino Unido y la UE tras el resultado del referéndum del pasado 23 de abril.

No obstante, los técnicos de la institución subrayan que tras las turbulencias desencadenadas por la "sorprendente" victoria del 'Brexit' en la consulta se aprecian pocas evidencias de disfunciones en los mercados, ya que no se ha evaporado la liquidez y la mayor parte de los precios financieros se han recuperado, lo que refleja parcialmente las medidas y disposición del Banco de Inglaterra y elBanco Central Europeo (BCE), así como de otros bancos centrales.

Además de la incertidumbre provocada por el 'brexit', el FMI advierte de que las "mediocres perspectivas" de la zona euro se ven amenazadas por un agravamiento de la crisis de los refugiado problemas de seguridad y la debilidad del sector financiero en algunos países, así como la prolongada baja inflación, que hace al bloque "cada vez más vulnerable a sacudidas".

La institución dirigida por Christine Lagarde insta a acometer colectivamente medidas exhaustivas y más equilibradas para afrontar estos riesgos e impulsar el crecimiento, así como fortalecer la integración.Ante la debilidad de las perspectivas de inflación para la zona euro, el FMI considera que el BCE "debería estar preparado para una mayor relajación si la inflación permanece por debajo de la senda de ajuste prevista" y apuesta por expandir sus compras de activos.