Ford Motor, el tercer gigante automovilístico estadounidense, vivirá hoy su lunes negro , con el anuncio oficial de la eliminación de al menos 25.000 puestos de trabajo y el cierre de 10 factorías en cinco años. El objetivo: salvar a la empresa, incapaz de detener la hemorrágica pérdida de ventas que está sufriendo, sobre todo por el empuje de las competidoras japonesas.

"Yo creo que contemplan este paso como su última oportunidad", declaró a The Detroit News el analista David Cole. "Pasan por su crisis más seria en los últimos tiempos", añadió con las cifras en la mano, que muestran una drástica pérdida de mercado de la empresa, pues en una década ha pasado del 26,4% a sólo el 17,4%, su cuota actual, la más baja desde los años veinte.

Sólo en los primeros nueve meses del 2005 Ford encajó unas pérdidas de 1.166 millones de euros, una cifra que se espera totalice los 1.666 millones de euros al cierre del año. Sin embargo, la compañía se las arregló para absorber estos números rojos, compensándolos con los beneficios de su división de préstamos para la adquisición de vehículos, Ford Credit. No obstante, los malos tiempos continuarán, según prevén los analistas del sector, que proyectan unas pérdidas de 2.416 millones de euros para el presente año en la división automovilística.

RECORTES El salvamento de la empresa, fundada hace 103 años por Henry Ford, requiere ahora los drásticos recortes previstos por su bisnieto, Bill Ford. El plan que pondrá en marcha propone no sólo reducir la plantilla, sino también eliminar la capacidad de fabricación que no utiliza por sus escasas ventas.