La planta que la empresa de automóviles Ford abrió en Almussafes (Valencia) en 1976 permanecerá a pleno rendimiento al menos hasta el 2013. La multinacional ha decidido seguir fabricando varios de sus principales modelos en la fábrica valenciana tras llegar a un acuerdo con UGT, sindicato que representa al 63% de la plantilla. En tiempos de deslocalización industrial, Ford aún confía en la rentabilidad de una factoría que da trabajo a 7.500 empleados, pero de la que dependen otros 25.000, ocupados en empresas auxiliares y de suministros. El impacto de Ford en la economía valenciana se cifra en el 8% del PIB.

El presidente de Ford Europa, John Fleming, se desplazó ayer a Almussafes para estampar su firma junto a la del secretario general de UGT-Ford, Gonzalo Pino, en un documento que compromete a la empresa a invertir 425 millones de euros y a garantizar una producción mínima anual de 350.000 vehículos, aunque Fleming aseguró que se sentiría "defraudado" si la cifra quedara ahí. En la actualidad, Almussafes produce 420.000 coches de los modelos Ka, Fiesta y Focus. Hasta este año producía el Mazda 2 para la empresa japonesa en Europa. El plan prevé la fabricación de los nuevos Fiesta en el 2009 y Focus en el 2011. El destino del Ka está en Rumanía, donde Ford ultima un acuerdo con su Gobierno para empezar a producirlo en el 2008.

DEMANDAS MODERADAS A Ford-Almussafes la salva su flexibilidad para cambiar de modelo sin grandes costes. Por eso Fleming reiteró que "no hay ningún deseo de cambiar", pero avisó de que en el negocio de los coches "no hay garantías a largo plazo" y se "debe continuar mejorando la competitividad", en concreto bajando "los costes".

Esa es la contrapartida que UGT ha ofrecido a la empresa para comprometerse a no pedir aumentos salariales por encima del IPC, unas demandas que serán "de tono moderado", según el representante de UGT. El sindicato ha negociado durante dos años el acuerdo, sin la participación de CCOO ni CGT. Los trabajadores se comprometen también a partir sus vacaciones dejando una semana para el invierno y se abre la puerta a cerrar la planta en julio y agosto, meses en que baja la producción. Gonzalo Pino justificó las concesiones por "la necesidad de amoldarse a la realidad del sector". Aunque Ford garantiza que no habrá despidos, queda por ver qué pasará entre julio del 2008 y enero del 2009, cuando cesará la producción de los actuales Ka y Fiesta sin que se haya iniciado el nuevo Fiesta.