El modelo de Renfe no es original ni exclusivo. El incumbente francés SNCF puso en marcha en el 2013 Ouigo, su servicio de alta velocidad low cost en Francia. En plena crisis económica, SNCF se sirvió de las aerolíneas de bajo coste como referencia para diseñar un modelo de características muy similares -por no decir iguales—a las que presenta Renfe con AVLO: pago de cinco euros por la segunda maleta y revisión del equipaje antes del embarque (si se excede de peso se penaliza con 20 euros), un 20% más de plazas gracias a la supresión del vagón-bar y la primera clase, y los menores de 11 años pagan solo 5 euros.

De momento, se desconoce si Renfe replicará, como la obligación de estar 30 minutos antes de la salida del tren en el control porque al haber más pasajeros, también habrá mayores colas (se deniega el acceso al tren cinco minutos antes de la salida), el pago por un asiento con enchufe (dos euros) o la posibilidad de reservar un asiento por dos euros más durante un plazo de 72 horas.

También los precios han servido de modelo al incumbente español. Ouigo establece un mínimo de 10 euros por trayecto y un máximo de 115 euros. Cuanto antes se reserven los billetes, más barato será el viaje y lo mismo ocurre con el horario. Así, haber comprado el viernes un billete de ida y vuelta para este fin de semana de París a Lyon hubiese costado 147 euros; para el próximo, el precio baja a 26 euros a determinadas horas. Lo que viene siendo aplicar la filosofía que ya conocemos por los aviones.