La propuesta de fusión entre la aerolínea australiana Qantas y la británica British Airways ha fracasado después de que ambas compañías no llegaran a un acuerdo sobre aspectos claves de la operación. "Pese a los potenciales beneficios a largo plazo previstos para Qantas y British Airways, no hemos sido capaces de llegar ahora a un consenso", anunció hoy la empresa australiana.

Las dos aerolíneas seguirán trabajando juntas en rutas entre Australia y el Reino Unido como miembros de la alianza One World, a la que también pertenece la española Iberia, indicó un comunicado de Qantas. Hace una semana, el consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, ya advirtió de que las negociaciones se enfrentaban a varios escollos, y que la operación sólo saldría adelante si la aerolínea australiana se aseguraba ciertas ventajas y se cumplían algunas condiciones, como cotizar en Bolsa de forma separada.

Uno de los problemas era las conversaciones paralelas para una fusión entre British Airways e Iberia, a la que se hubiera opuesto el Gobierno australiano, por lo que sólo habría quedado la opción de una futura absorción de la compañía española. Además, Qantas tampoco estaba de acuerdo con el ratio de la fusión y el valor que hubiera supuesto para sus accionistas la operación.

Joyce también aseguró entonces que la compañía australiana no estaba negociando fusión alguna con otra aerolínea, pero esta misma semana Malaysia Airlines reveló contactos con Qantas. De haber prosperado la operación, hubiera dado lugar a la mayor aerolínea del mundo por destinos y segunda por número de aviones, valorada en más de 5.000 millones de dólares.

Aunque el fracaso de las negociaciones se conoció después del cierre de la Bolsa australiana, el valor de las acciones de Qantas en otros parqués se incrementó el 7,5 por ciento hasta los 2,43 dólares (1,70 dólares estadounidenses ó 1,18 euros).