Una semana después del anuncio del plan de salvamento propuesto por el presidente, Nicolas Sarkozy, por un valor de 360.000 millones de euros, los bancos franceses se comprometieron ayer ante el primer ministro, François Fillon, a aumentar los créditos de un 3% a un 4% anual. Después de una reunión mantenida en el palacio de Matignon, sede del primer ministro francés, con los dirigentes bancarios, Fillon anunció también otra medida de estímulo de la economía nacional: el desbloqueo, "en el curso de esta semana", de 5.000 millones de euros para financiar regiones, departamentos y municipios.

El aumento del crédito bancario deberá dirigirse fundamentalmente a cubrir las necesidades de los particulares y la tesorería de las pequeñas y medianas empresas (pymes). La partida de 5.000 millones de euros será aportada a partes iguales por la entidad pública Caja de Depósitos y Consignaciones y por los bancos privados. El pasado día 2, el Gobierno francés anunció ya ayudas a las pymes por valor de 22.000 millones de euros.

Estas medidas coinciden con el reconocimiento público por parte de la ministra de Economía, Christine Lagarde, de que "es muy probable" que no se alcance el crecimiento del 1% del producto interior bruto (PIB) en el 2009, cifra que figura en los presupuestos generales del Estado presentados ayer en la Asamblea Nacional.

RECESION EN MARCHA Esta previsión es notablemente superior a la de los economistas independientes o, incluso, a la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que calcula solo un crecimiento del 0,2%. Francia ha entrado ya técnicamente en recesión económica tras dos trimestres continuados de caída del PIB.