El ministro francés de Finanzas, François Baroin, insistió hoy en descartar la hipótesis de una suspensión de pagos de Grecia y en la necesidad de aplicar el acuerdo europeo del 21 de julio para salvar a ese país de la crisis. Baroin declaró a la prensa, al término de una reunión en París con sus homólogos africanos de la zona franco, que una suspensión de pagos de Grecia "no es una hipótesis de trabajo, no es nuestra estrategia" que consiste en "hacer operativo el acuerdo del 21 de julio" adoptado por los líderes de la UE.

"Ésta es la posición francesa y antes de pensar, como otros, en otra estrategia, hay que hacer operativo" el compromiso europeo, explicó el ministro francés, que subrayó que "el Gobierno griego sabe cuáles son sus obligaciones, sus deberes, sus responsabilidades hacia sus acreedores".

Tampoco quiso especular sobre un posible dictamen desfavorable de la troika que supervisa la situación en Atenas que supusiera la negativa al pago de un nuevo paquete de ayuda a Grecia en octubre.

"Le Monde" señaló hoy que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, está particularmente atento al debate parlamentario en Alemania, donde está previsto el próximo día 29 el voto del nuevo programa ayuda a Grecia, sobre todo porque es consciente de que la coalición de la canciller Angela Merkel "pende de un hilo".

Según un próximo colaborador de Sarkozy citado por Sarkozy, "las verdaderas fechas de política interior francesa son el calendario parlamentario alemán". Y mientras ese asunto no se resuelva, el jefe del Estado no puede decir nada para evitar el pánico en los mercados o incomodar a Merkel. "La irresponsabilidad griega refuerza en Alemania a los que consideran que hay que adoptar soluciones radicales", de acuerdo con la fuente citada por "Le Monde".