Nueva iniciativa contra las remuneraciones excesivas de los empresarios. El Gobierno francés anunció ayer que va a aumentar la fiscalidad de las pensiones de las que se benefician algunos directivos empresariales a cargo de su compañía para acercarla a las que tributan otros trabajadores.

El objetivo del Ejecutivo de Nicolas Sarkozy es hacer "un poco más de justicia" y acabar con "ciertas prácticas exorbitantes, escandalosas e inmorales", según explicó el ministro de Trabajo, Xavier Darcos. La tasa pasará del 6% al 12% cuando la pensión se genere en el exterior de la compañía y del 12% al 24% para las generadas directamente por la sociedad.

La recaudación pasará de 25 a 50 millones. Una cifra insignificante si se tiene en cuenta que la Seguridad Social cerrará el año con un déficit de más de 20.000 millones de euros y que la cantidad se elevará a los 30.000 millones el año que viene.