Los 25 forman una unión económica y política. Pero no energética. No se ha logrado implementar una política común en este ámbito, lo que produce una enorme disparidad en los precios que pagan los consumidores, según la Comisión Europea. España se sitúa en la banda baja si se tiene en cuenta la capacidad de compra real de los usuarios, con una media de 11,58 céntimos por kilovatio en enero del 2005.

Pero son Francia --el país con menos competencia-- y el Reino Unido --el que más abierto tiene su mercado-- los que cuentan con las tarifas más baratas para los hogares, en términos de poder de compra. El país vecino, cuyo mercado está copado por EDF y con un pleno dominio de la energía de origen nuclear, tenía el 1 de enero del 2005 una tarifa media de 10,75 céntimos, un 7% menos que en España.

Pero, a la vez, el Reino Unido, el país con mayor competencia y en el que domina la producción térmica convencional, cuenta con las tarifas medias aún más bajas (9,80 céntimos). Sólo Finlandia (9,20), Malta (8,40) y Grecia (8,02) son más baratas en términos de poder de compra.

DISCUSION ABIERTA En las últimas semanas se ha desempolvado en Europa el debate sobre la necesidad de potenciar de nuevo la energía nuclear. La constante subida del petróleo y la creciente dependencia del suministro exterior han hecho que aumenten las voces que defienden apostar por esta fórmula, congelada en países como España.

La Fundación Robert Schuman, destinada a fomentar el debate en el seno de la UE, acaba de difundir un último análisis sobre la cuestión. Además de recomendar reducir la dependencia exterior y, especialmente de áreas conflictivas, como Oriente Próximo, el autor del estudio, Christophe-Alexandre Paillard, aconseja iniciar "una estrategia europea de comunicación pedagógica sobre la energía nuclear", tanto para reducir la dependencia de las importaciones de zonas complicadas, como por su contribución a rebajar la polución y cumplir con los compromisos medioambientales del protocolo de Kyoto.

De hecho, Francia "ofrece la particularidad de conservar unas tarifas reguladas más ventajosas que las libres, que se han disparado por el alza del petróleo y del gas", según el informe. Pese a ello, el Reino Unido, uno de los países con los precios más bajos, cuenta con dominio absoluto de la producción eléctrica térmica convencional. Pero es el tercer productor de energía nuclear en la UE, tras Francia y Alemania, donde prima la producción térmica convencional.

Las cuestiones medioambientales pesan y el comisario europeo, Joaquín Almunia, ha reabierto el debate. Hace pocos días explicó que dentro de la UE hay diferentes planteamientos respecto a la energía nuclear, desde Francia, dinámica en este ámbito, a España, que aprobó una moratoria, y Alemania, que estudia la posibilidad de revisar su decisión de poner fin a la utilización de esta fuente energética.

ZONAS DEPENDIENTES De momento, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que Europa tendrá que importar en el 2030 el 70% de la energía que necesita, frente al 50% actual. Será, por tanto, un 90% dependiente del petróleo, un 70% del gas y un 100% del carbón. Además, necesitará en un 45% el crudo de Oriente Próximo y en un 40% la venta de gas de Rusia, dos áreas con convulsiones y riesgos, recuerda el informe de la Fundación Robert Schuman. La energía nuclear, que supone el 35% de la producción eléctrica de la Unión Europea, significa en Francia el 78,2%. La cuota en España es del 30%.