Una regla no escrita, pero unánimemente aceptada, establece que, cuando la economía va mal, aumenta la actividad sumergida. La recesión más profunda de la historia que está atravesando la economía española no parece ser una excepción a esta norma. Los indicios apuntan a que la economía sumergida se ha acentuado en los dos últimos años y, si hace cinco ejercicios el fraude en el IVA se podía estimar en un 26% del PIB, esos mismos cálculos elevan el nivel de defraudación para el 2008 y el 2009 hasta un volumen cercano al 30% del PIB.

Los inspectores fiscales agrupados en la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) temen que la subida del IVA que sopesa el Gobierno para aumentar la recaudación lleve a un mayor nivel de fraude fiscal si no se adoptan más medidas de control.

MAS INGRESOS En teoría, subir dos puntos el tipo medio del IVA, del 16% al 18%, puede representar unos 4.000 millones de euros de mayor recaudación. Si además el Gobierno sube del 7% al 9% el tipo reducido, se lograrían otros 4.706 millones.

Pero los inspectores recuerdan que, tras la subida del IVA del 15% al 16% en 1995, la recaudación del impuesto se resintió y hubo "un aumento exponencial del fraude fiscal, que llevó a una menor recaudación". Ahora, la IHE ha detectado un aumento del fraude y de la economía sumergida, especialmente a partir de septiembre del 2008.

MEDIDAS ANTIFRAUDE Para frenar la tendencia, los inspectores reclaman más medios de control, materiales y humanos, en la Agencia Tributaria, y una reforma del régimen de módulos del IRPF para evitar la emisión de facturas falsas por parte de los empresarios autónomos. "Podría ser que aumente el fraude", admite el jefe de coyuntura de la fundación de las cajas de ahorro (Funcas), Angel Laborda, "pero siempre habrá una mayor recaudación" si se sube dos puntos el impuesto, que es la opción que maneja la mayoría de expertos.

Hay otros efectos ligados a la subida de la imposición indirecta que pueden anular parte del incremento de recaudación teórico. En un contexto de fuerte caída del consumo, es de prever que las empresas que puedan opten por no trasladar al consumidor la subida de precios que representa la subida del IVA, explica Laborda. Además, cabe esperar el efecto de una caída del consumo. Pero hay quien piensa que una subida del IVA no causará un desplome del consumo mayor del que hay actualmente.

También hay efectos beneficiosos desde el punto de vista económico que aconsejan subir el IVA en lugar de algún otro impuesto. Puesto que no afecta a las exportaciones, y sí a las importaciones, se entiende que una subida de este impuesto permite una mejora en la competitividad de las exportaciones y las incentiva. Además, el bajo nivel de la inflación contrarresta el efecto inflacionista que acompaña a las alzas de impuestos indirectos.