El precio del petróleo de Texas mostraba una moderada tendencia a la baja hacia la media sesión en el mercado neoyorquino, después de superar el máximo histórico de 78,40 dólares que había alcanzado hace poco mas de un año.

El valor de ese tipo de crudo se elevó hasta 78,77 dólares nada más conocerse que las reservas de petróleo almacenadas en Estados Unidos en la semana pasada habían descendido mucho más de lo que se esperaba, lo que reavivó la inquietud por una relación más tensa entre el nivel de oferta y de demanda.

Hacia la media sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), los contratos para septiembre de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) retrocedían 54 centavos y se negociaban a 77,67 dólares por barril (159 litros).

El precio del petróleo WTI había tocado un máximo de 78,40 dólares durante la sesión del 14 de julio de 2006, en coincidencia con la crisis que se vivía en Líbano a causa de los enfrentamientos entre tropas israelíes y la milicia chií Hizbulá.

El barril de ese tipo de crudo cerró la sesión del martes con un precio récord de 78,21 dólares, en previsión de una merma en reservas. Las cifras del Departamento de Energía (DOE) de EEUU que llegaron hoy al mercado tomaron por sorpresa a los operadores, que esperaban un caída de reservas de algo más de un millón de barriles.

Sin embargo, las existencias de petróleo bajaron en 6,5 millones de barriles, que se añaden a una caída de tres millones en las tres semanas anteriores.

No obstante, el total de petróleo crudo en reserva, de 344,5 millones, es un 3,8 por ciento superior al del pasado año. El descenso de existencias coincidió con un incremento del volumen de materia prima que utilizaron las refinerías y con un aumento de la producción de gasolina y otros combustibles.

Las reservas de gasolina subieron en 600.000 barriles y e total almacenado se elevó a 204,7 millones, un volumen que es un 2,9 por ciento inferior al del pasado año. Las existencias de productos destilados, que incluye el gasóleo de calefacción y el diesel, aumentaron en 2,8 millones de barriles, lo que elevó el total a 126,5 millones.

No obstante, ese volumen es un 7,9 por ciento inferior a los niveles de finales de julio de 2006. Las refinerías utilizaron alrededor de 16,2 millones de barriles diarios de crudo, 388.000 barriles más que en la anterior y operaron al 93,6 por ciento de capacidad, frente al 91,7 por ciento anterior.

La mayor actividad en las empresas de refinado favoreció que la producción de gasolina alcanzara una media de 9,4 millones de barriles diarios, el volumen más alto registrado hasta ahora.

El informe del DOE reflejó además que la demanda de gasolina y de otros combustibles se mantiene por encima de los niveles del pasado año, lo que contribuye a la tendencia al alza del precio del crudo.

El volumen total de combustibles suministrados al mercado en las últimas cuatro semanas, que los operadores toman como referencia del nivel de demanda, fue de una media de 21 millones de barriles diarios, un 1,9 por ciento más que en el pasado año. Las cifras específicas de gasolina indicaron que la demanda en ese periodo se situó en una media de 9,7 millones de barriles diarios, un 1,1 por ciento más que en 2006.

Los incrementos que se dieron en las reservas de gasolina y de destilados, unido a la constatación de que las refinerías trabajan a mayor ritmo, contribuía a reducir la presión alcista sobre los valores de los combustibles.

Los contratos de gasolina para entrega en septiembre bajaban alrededor de cinco centavos y se negociaban a 2,05 dólares por galón (3,78 litros). Los contratos de gasóleo de calefacción para ese mismo mes bajaban tres centavos, a 2,093 dólares/galón. Sin embargo, los contratos de gas natural para septiembre añadían unos 20 centavos a su precio anterior y se negociaban a 6,36 dólares por mil pies cúbicos.