Las asambleas de socios del Banco Popolare y Banca Popolare di Milano (BPM) aprobaron este sábado por mayoría en sendas reuniones la fusión de ambas entidades, por lo que nace el tercer grupo bancario de Italia, después de Unicredit e Intesa Sanpaolo, con activos por 171.000 millones de euros.

El nuevo grupo bancario, que se denominará Banco-BPM, nacerá a partir del 1 de enero de 2017, contará con 4 millones de clientes, 2.467 filiales, 25.000 empleados y tiene una cuota de mercado superior al 8 % y una presencia muy significativa en las regiones septentrionales de Lombardía, Véneto y Piamonte.

La fusión se ha aprobado después de que tras más de siete horas de reunión más del 71,79 % de los socios del banco milanés votara a favor, mientras que algunas horas antes había sido aprobado por más del 90% de los socios del Banco Popolare en Verona

Se trata de la primera fusión bancaria en Europa después de que elBanco Central Europeo (BCE) asumiese la vigilancia y control de los bancos europeos y la nueva entidad tendrá sede legal en Milán y sede administrativa en Verona.

Según se informó cuando se anunció la decisión de fusión, en el nuevo grupo, el 54% estará en manos de los accionistas del Banco Popolare mientras que el 46% pertenecerá a los socios de BPM. Según el plan estratégico definido en el acuerdo, el grupo podría llegar a tener un beneficio normalizado de 1.100 millones en 2019 y las sinergias serían de 460 millones, de estas 140 millones por la reducción de 1.800 empleos y otros 110 millones ahorrados de gastos operativos.

La vigilancia europea ha impuesto a la nueva entidad un aumento de capital de 1.000 millones de euros para aumentar la cobertura de los créditos deteriorados. El Consejo de administración del tercer banco del país contará con 19 miembros y Giuseppe Castagna (de BPM) será el consejero delegado y Carlo Fratta Pasini (de Banco Popolare) será el presidente. Los 1.800 puestos de trabajo que se eliminarán serán solo voluntarios con bajas incentivadas y se prevé el cierre de 335 sucursales.

"Estamos muy contentos. Este es un gran cambio para la banca y para nuestro país", dijo el consejero delegado de BPM, Giusseppe Castagna, que destacó que se ha tratado "de una operación fuertemente querida por todos los colegas y que ahora no será fácil, pero es mejor conocer el futuro que esperar a que pase algo".