Sin trabas. Los países más ricos del mundo y Rusia (G-8) allanaron ayer el camino para que la Casa Blanca designe al sustituto de Paul Wolfowitz como presidente del Banco Mundial (BM), como ha sucedido hasta ahora.

Tras la reunión de ministros de Economía de los países integrantes en la ciudad alemana de Potsdam, el representante alemán, Peer Steinbrück, defendió mantener "el procedimiento tradicional" instaurado al crear las instituciones de Bretton Woods en 1944. A raíz de este sistema, EEUU designa al presidente del Banco Mundial y los países europeos, al máximo responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI). Diversas voces han criticado este duopolio. Incluso se llegó a especular con la posibilidad de que el sustituto fuera el actual primer ministro británico, Tony Blair, que abandona el cargo en las mismas fechas que Wolfowitz.

Representantes franceses ya mostraron ayer mismo su deseo de "no abrir una crisis con Washington por esta cuestión". También Japón, el segundo contribuyente del BM, defendió mantener el actual status quo, informó la agencia France Presse. El secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, realizó consultas con sus colegas sobre un posible candidato, pero sin dar nombres. En el comunicado final de la reunión del G-8 de ayer se muestra la "gratitud" a Wolfowitz por sus servicios al banco y "su compromiso en favor de un desarrollo responsable y de reducción de la pobreza, particularmente en Africa".

IMPULSO A LA RONDA DE DOHA Además, los ministros del G-8 destacaron en un comunicado final el "sólido" crecimiento de la economía mundial, destacando que los elevados precios del petróleo suponen "una inquietud" que obligará a "seguir estando vigilantes". También reclamaron un impulso a las negociaciones para que la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio acabe siendo un éxito.