La estabilización parece ser la tendencia dominante en la maltrecha situación de la economía mundial. Estable, sí, pero no fuera de peligro. Ese fue el mensaje central de los ministros de Finanzas del G-8, el grupo de los siete países más ricos del mundo más Rusia. Durante su reunión en suelo italiano los responsables económicos de las grandes potencias pidieron mantener la alerta, continuar con las políticas públicas de reactivación y, a la vez, estudiar la recuperación para estar preparados cuando esta se produzca con claridad.

OPTIMISMO MODERADO Al término de su encuentro, los representantes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Rusia y Japón hicieron público un comunicado de carácter prudente en el que moderaban el optimismo de las últimas semanas, cuando algunas voces han proclamado el final de la crisis.

"Hay signos de estabilización en nuestras economías ... pero la situación continúa incierta y existen riesgos significativos que siguen pesando sobre la estabilidad económica y financiera", señalaba el texto final. En ese contexto, los dirigentes de las grandes potencias consideran que "es muy pronto" para relajar los esfuerzos de reactivación que se están llevando a cabo, tal y como se encargó de señalar el secretario americano del Tesoro, Timothy Geithner.

Aunque en su anterior encuentro, en abril en Washington, los ministros del G-8 lanzaron un mensaje de optimismo que ponía fecha al final de la crisis (a finales de este año), en esta ocasión prefirieron no apelar al calendario. "Incluso si el crecimiento de la producción comienza a remontar, el paro puede continuar creciendo", advirtieron. El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, fue más preciso, al vaticinar que el desempleo vivirá su peor momento "al principio" del 2011.

Con todo, sí decidieron que ha llegado el momento de tratar sobre las estrategias para salir de la crisis. Con los planes de impulso económico de los países dinamitando los déficits públicos, la principal dificultad futura será que la reactivación no quede lastrada por la necesidad de sanear las finanzas públicas. "Estas estrategias, que pueden variar de un país a otro, son esenciales para asegurar una recuperación duradera en el tiempo", afirmaron los ministros, a la vez que reclamaron ayuda al FMI.