Casi no hubo niño en la década de los 90 que no tuviera, o al menos pidiera una. La Gameboy, la primera consola portátil de uso masivo, con más de 120 millones de máquinas vendidas en todo el mundo, cumple mañana 20 años durmiendo el sueño de los justos. Ya fuera de catálogo, su ejemplo ha dado paso a otras máquinas como la Nintendo DS y la Playstation Portátil (PSP), que ven amenazado su reinado por la creciente competencia de móviles como el iPhone, que se ha convertido en la nueva niña bonita de los desarrolladores.

La Gameboy, que como el resto de su especie apareció primero en Japón, fue un invento de Nintendo que supuso exportar al mundo portátil la posibilidad de cambiar de juego que permitían las consolas de mesa. La ideó Gunpei Yokoi, el mismo técnico que había creado las Game& Watch, unas maquinitas que solo permitían jugar a un juego, y la NES, la primera consola de sobremesa de la compañía. Y tuvo su impulso gracias a uno de los juegos más simples pero efectivos de la historia: el Tetris .

Otras empresas quisieron emular el éxito de la Gameboy. Bandai se estrelló con su Wonderswan, o Sega con su Gamegear. La única competencia real llegó en el 2004, con la PSP, mucho más completa. Pero la amenaza real son los móviles, y, en especial, el iPhone. "Como máquina es más potente PSP; pero el iPhone tiene controles intuitivos y es igual de divertido. Además, los juegos son más baratos y fáciles de comprar", dice Isidro Gilabert, responsable de Bitsmanagers, el único estudio español que programó para Gameboy.