Como en el casino, pero en el mercado bursátil: la banca, alguna banca, gana. Así sucedió en la bolsa española, cuyo principal indicador, el Ibex 35, subió el 0,66%, hasta el máximo de 15.945,70 puntos. El principal impulsor de esta subida fue el Banco Santander, pero también Acciona, que con su empuje, salvaron al mercado español del rojo que tiñó los paneles a ambos lados del Atlántico.

Tras pasarse gran parte de la sesión en negativo, el índice selectivo español subió 103,80 puntos, después de que el banco de Emilio Botín anunciara la venta del italiano Antonveneta, entidad que adquirirá en la opa sobre ABN Amro. La noticia revalorizó finalmente el 3,88% las acciones de la entidad financiera cántabra. El resto de plazas europeas cosecharon pérdidas, con la excepción de la Bolsa de Fráncfort, que subió el 0,25%. Londres cedió el 0,05%; París, el 0,91%; y Milán, el 1,87%. Al cierre en Europa, el índice estadounidense Dow Jones caía más del 1%.

El Viejo Continente abrió a la baja contagiado por la caída la víspera de Wall Street, donde lastraron las fuertes pérdidas de General Motors, la debilidad del dólar, el encarecimiento del petróleo y el temor a que la crisis crediticia haga mella. Las pérdidas continuaron incluso después de que el Banco Central Europeo mantuviese los tipos de interés de la zona euro en el 4%, a pesar del repunte de la inflación. La mayoría de los expertos había pronosticado que el órgano ejecutivo del BCE mantendría el precio del dinero en su encuentro de este mes.

Por su parte, Wall Street abrió de capa caída, después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, predijera que la economía estadounidense se ralentizará "de forma notable". En España, la recuperación se produjo a partir de la tarde. Acciona fue la que encabezó las ganancias, con el 6,05%, gracias a un informe positivo del Deutsche Bank. Entre el resto de pesos pesados, el BBVA cayó el 1,95% y Repsol, el 0,26%.