A pesar de un inicio titubeante, Wall Street se movió al alza, animada por los buenos resultados de las financieras Morgan Stanley y Wells Fargo y la tecnológica Yahoo, y no prestó mucha atención a las malas cifras de Boeing. Los inversores esperaban con interés el dato del Libro Beige de la Fed, que se conoció con los mercados europeos ya cerrados, pero las compras en Wall Street animaron a las bolsas de este lado del Atlántico. El Ibex 35 terminó en los 11.875,2 puntos tras ganar el 0,72%, lo que le acerca al máximo anual de 11.891,20 puntos.

Los indicadores del Viejo Continente iniciaron la sesión con dudas a pesar de que el Banco de Inglaterra decidió mantener los tipos. Pero no cayeron bien entre los inversores ni el resultado trimestral de Deutsche Bank, peor al previsto, ni las ventas inferiores a lo esperado en las francesas PPR y Peugeot. Sin embargo, la fortaleza de Wall Street, que ganaba más de medio punto porcentual al acercarse el cierre europeo, permitió que se impusieran las compras y el Ibex, de la mano de los dos grandes bancos, se fue en dirección de sus máximos anuales. Así, el Santander y el BBVA tiraron del selectivo con ganancias superiores al 1%, que solo se vieron superadas por BME (más de dos puntos porcentuales) y Enagás (algo más de un punto y medio). Iberdrola, por su parte, ganó el 0,25% después de anunciar resultados en línea con las previsiones y mantener un dividendo de hasta el 60%.

También presentaron resultados CAF y Mecalux. Los títulos de la primera bajaron cerca de medio punto, mientras que los de la segunda cayeron algo más.

La fortaleza de la renta variable se vio acompañada por la debilidad del dólar, que perdió el nivel del 1,50 frente a la divisa europea, para terminar registrando un cambio de 1,5004 unidades en los mercados. La deuda, por su parte, recogió el interés de los inversores menos arriesgados y su rentabilidad bajó, ante la mayor demanda, hasta situarse en el 3,32%.