El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, considera una "barbaridad" imponer un estado de alarma hasta el mes de mayo, como anunció este domingo el presidente del Gobierno. "Creo que hay que poner plazos más cortos", ha advertido. "Nadie dice que no apoyemos las medidas, que hay que apoyarlas, pero ¿qué hacemos con la Semana Santa?, ¿nos la cargamos directamente?", ha planteado Garamendi durante el XXIII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra de forma telemática como consecuencia de la pandemia.

El líder empresarial ha puesto de relieve la importancia tanto de la "confianza" como de las "medidas coyunturales" para salir de la crisis del coronavirus. En este sentido, ha asegurado que será necesario aprobar nuevas medidas económicas como una nueva extensión de los ertes y de los créditos ICO porque sino "las empresas no van a soportar esta segunda ola". Pero también ha advertido: "Cuidado con los gastos estructurales que nos pueden meter en un lío muy gordo".

El presidente de la CEOE ha aplaudido la decisión del Gobierno de hacer uso, por el momento, de la mitad de los 140.000 millones de euros que le corresponde a España de fondos europeos. "Me interesa que se coja lo necesario para que se utilice porque aquí consiste en que haya un cambio profundo de las cosas y de la estructura, que no haya un plan E", ha dicho Garamendi quien ha asegurado que para ello la empresa privada será fundamental.

"La empresa privada ha demostrado en esta pandemia ser más eficiente que el Estado", ha asegurado Garamendi tras poner de ejemplo a la logística, la alimentación e, incluso, la sanidad privada, durante los meses más duros de la pandemia. "Las grandes empresas españolas serán la cabeza pensante de los grandes proyectos transformadores", ha explicado Garmendi poniendo como ejemplo el proyecto de Iberdrola, Seat y Telefónica para impulsar la cadena de valor del coche eléctrico, avanzado por EL PERIÓDICO.

Pero ha advertido que desde la CEOE reclamarán para que "las grandes empresas tengan una sensibilidad especial con las pymes españolas". "Ahí debe haber un compromiso de todos de hacer país, ha añadido. "Vamos a estar muy encima de las pymes y de los autónomos para que nadie se olvide de que también existen", ha insistido.

Por su parte, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Marc Puig, ha insistido en la importancia de encontrar "mecanismos" para que estos fondos europeos lleguen a las empresas "como han hecho con los ICOS a través de los bancos". "Si no me parece que será muy difícil que el sistema funcione y llegue a su finalidad", ha señalado Puig. No obstante, el presidente de la Empresa Familiar desde la primavera ha recordado que estas medidas europeas "no van a resolver todas las consecuencias de esta crisis". "Es verdad que habrá proyectos publico-privados, pero lo importante es que aquellos proyectos que las empresas tenían previstos ya que los hagan", ha planteado.

UNIDAD Y PREDICTIBILIDAD

Ambos dirigentes han reclamado a los partidos políticos unidad en un momento de una crisis tan grave como esta, así como "predictivibilidad" en las decisiones. "Me gustaría que hubiera mensajes muy claros en una crisis", ha explicado Puig. "Desde la política da la sensación de que estamos en una crisis descomunial. Vamos a tener meses muy dificiles y da la sensación de que estamos en la trinchera antes del ataque del enemigo invisible y nos estamos peleando en la trinchera. En momentos como este deberíamos ir de la mano", ha defendido Puig.

Marc Puig también ha criticado la puesta en marcha por parte del Ejecutivo de "otras iniciativas" más allá de los ertes y de los ICOs que no han sido, a su juicio, favorables a la labor empresarial. "Entiendo que el Gobierno tiene intereses y planteamientos pero estamos en un momento tremendamente difícil", ha lamentado Marc Puig. "Por qué no dejamos a un lado las iniciativas que podíamos tener como gobierno, previas a esta crisis, hasta que no lleguemos a niveles de desempleo aceptables?, se ha preguntado, al tiempo que ha añadido si no se debería poner la prioridad en cómo proteger al máximo al tejido empresarial y no iniciativas necesarias y convenientes pero que quizás no es el momento.

COMUNICACIÓN

Ambos empresarios han coincidido en la buena reputación en España de los emprendedores y no así de los empresarios. Da la impresión de que gustaría que los Amancio Ortega estuvieran en otro país solo porque salen en la lista Forbes. Nos beneficia y no lo emulamos ni lo ponemos como referente, ha defendido Puig.

En este sentido, desde la asociación de parientes y bajo el liderazgo de su anterior presidente, Francisco J. Riberas, se puso en marcha al inicio de la pandemia la campaña #Damos la cara para dar un mensaje de optimismo a la sociedad en medio de la incertidumbre y el desasosiego de la pandemia y, al mismo tiempo, impulsar la comunicación de las empresas familiares con el objetivo de ganar influencia. Enseguida vimos que había que hacer algo distinto, teníamos que huir de mensajes institucionales e ir a la raíz. La empresa familiar está muy arraigada en España, en cambio no había comunicado nunca, ha explicado el consejero delegado de ISP, Fernando Rodés.