El presidente ejecutivo de Gas Natural, Francisco Reynés, se ha propuesto revolucionar la compañía. Además de proponer la supresión de la comisión ejecutiva, planteará a la junta de accionistas del próximo 27 de junio el cambio de denominación social (la actual es Gas Natural SDG) y también su objeto, aunque no dio más detalles.

La próxima junta será la primera bajo la presidencia de Reynés, que accedió al cargo en febrero pasado y también la primera en la nueva sede social en Madrid, donde la trasladó en octubre, tras el referéndum del 1-O. En la junta se propondrá también una reducción de la retribución total del consejo por la reorganización del gobierno corporativo, al pasar de un total de 4,7 millones el año pasado a 3,8 este ejercicio. Los consejeros percibirán 175.000 euros, el 38% más que en la actualidad, pero el coste total bajará el 20%, al pasar de 17 a 12 miembros. El mandato de los consejeros pasará de tres a cuatro años.

Uno de los cambios más relevantes es la posibilidad de que no sea obligatorio contar con una comisión ejecutiva. La compañía enmarca esta modificación en el objetivo de «una mayor simplificación y agilización de las normas de gobierno corporativo».