China mantiene un importante superávit comercial en bienes manufacturados y un creciente déficit en productos agrícolas, alimentos y extractivos.

El país asiático se ha convertido ya en el mayor consumidor mundial de cemento --con un 55% del total del gasto mundial--, de acero y níquel --con un 25%-- y de aluminio --un 14%--. También es el segundo mayor consumidor de petróleo, con el 7,7%.