Nada importa que la tasa de inflación haya caído o que se hayan abaratado los precios de la energía. EEUU está en crisis y lo que los estadounidenses están consiguiendo ahorrar por esos conceptos se lo están guardando para los tiempos peores que ya están aquí. En octubre, según los datos dados a conocer ayer, el consumo en EEUU cayó el 1%. Esa caída deja pequeña la del 0,3% recogida en septiembre, es la más acentuada desde el 2001 y es una señal más de la crítica realidad en un país donde el consumo representa dos tercios de la actividad económica.

El dato no fue el único que ayer reflejó el panorama de recesión. Los grandes pedidos se hundieron (hasta el 6,2% en bienes duraderos) y las ventas de casas cayeron el 5,3% hasta su nivel más bajo en 18 años.

La sensación de crisis ha colocado una larga sombra de dudas sobre los comerciantes, especialmente ante la temporada de ventas de noviembre y diciembre, que arranca mañana, el día después de la fiesta de Acción de Gracias. Es en este periodo en el que habitualmente se recaudan en EEUU un tercio de las ganancias anuales, pero este año las expectativas son moderadas.

Eso explica las rebajas anticipadas y más acentuadas que de costumbre en los comercios. Y hay razones para la preocupación. Ayer se supo que por primera vez desde que en el 2001 se empezaron a controlar sus resultados, las ventas por internet cayeron en noviembre el 4% respecto al mismo mes del 2007.